Los frutos secos como almendras y nueces, la avena y los plátanos son excelentes opciones, ya que favorecen la relajación y la producción de serotonina. Asimismo, las legumbres, los frutos secos y la soja son excelentes fuentes vegetales de proteínas ricas en triptófano, esenciales para dormir mejor.
Además, algunos alimentos contienen melatonina de forma natural. Las cerezas ácidas, las uvas, las fresas, los pistachos y los tomates ayudan a regular el ciclo del sueño de manera efectiva. También es recomendable consumir alimentos ricos en magnesio y vitamina B6, como las semillas de lino y calabaza, los garbanzos, las espinacas y las semillas de chía, ya que contribuyen a la relajación muscular y al equilibrio del sistema nervioso.